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Que los días curen las heridas



No era consciente de que me había roto por completo, o si lo era, no quería reconocerlo. 
"¿Cómo es posible que el amor pueda doler tanto?" pensaba una y otra vez. 

Supongo que intentaba buscar otra excusa a la que aferrarme, una razón más para no sentirme idiota por enésima vez. Y es cuando lo das todo de ti, cuando te abres por completo al amor, y le entregas a otra persona cada centímetro de lo que eres, corres el gran riesgo de que puedan partirte el corazón. De que lo hagan añicos, como un vaso de cristal lanzado al vacío. 

Quisiera saber expresarlo mejor, pero es que no encuentro las palabras adecuadas para tanto hastío. Jamás pensé que podría enamorarme de la forma en que lo hice. Incluso a día de hoy, si navego en mi interior, yo misma me sorprendo de todo lo que he llegado a sentir, de todas las cosas que habría sido capaz de dar, y que nunca sabré decirle. Quisiera haber sido mejor, haber apartado la tristeza de mi mente. Quisiera no haber sentido el desgarro de mi alma con cada lágrima, y quisiera haber sido capaz de volverme una persona mucho más fría. 

Cerré los ojos demasiado tiempo, y fui injusta conmigo misma más veces de las que me atrevo a reconocer. Tal vez no debí esperar tanto, porque yo no era lo que él necesitaba, ni si quiera creo haberme acercado un poco, y eso es lo que más me mata, haberme dejado la piel por algo de lo que siempre he sido consciente. Haber luchado hasta quedarme sin fuerzas por alguien que nunca vio en mi lo que yo quería. 

Ahora miro al frente y solo quiero dejar de sentir, que los días curen estas heridas tan profundas, que la vida me perdone por no haberlo hecho mejor... por haber deseado ser una compañera de vida para alguien que siempre deseó la libertad de estar solo. 

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